2 Voces

Desde muy chica, el arte ha sido mi pasión y mi guía. He dedicado años de formación para nutrir y perfeccionar mis habilidades, siempre con el deseo de transmitir lo aprendido a otros.

A lo largo de mi trayectoria, tuve el privilegio de formarme con grandes profesionales, incluyendo mi experiencia en la escuela de Reina Reech, una formación que me brindó herramientas valiosas en el mundo de la interpretación.

Con tan solo dieciocho años, mi carrera profesional también ha estado marcada por experiencias únicas, como convocatorias para ser telonera en el Teatro Metropolitan, la oportunidad de cantar en bares y eventos, donde pude conectar con el público de una forma íntima y genuina. Estas vivencias me han enseñado mucho sobre la importancia de la entrega, el compromiso y la capacidad de emocionarse en el escenario.

Mi vocación como docente también ha sido una extensión natural de todo lo que he aprendido. Actualmente, trabajo en un taller de montaje de comedia musical, donde mi objetivo es claro: ayudar a mis estudiantes a encontrar un lugar de comodidad con su instrumento. Quiero que se sientan libres, seguros y entusiastas, para que puedan mostrar su talento con buena técnica y mucha pasión.

Creo profundamente que la formación artística no solo se trata de habilidades técnicas, sino también de ese espacio de libertad donde cada uno puede expresarse con autenticidad. Ese es el legado que quiero dejar: alumnos que no solo sepan cantar, sino que se sientan dueños de su propio arte.